Richard Corben

Richard Corben.
Anderson, Misssouri (1 de Noviembre de 1940).
Es el dibujante, americano más representativo (sin olvidarnos de Will Eisner y Alex Raymond), gran dominador del aerógrafo y maestro del denominado comic “underground”, junto a Gilbert Shelton (“Los Fabulosos Freak Brothers”). Dibujante típicamente industrial, sus publicaciones van dirigidas a un público adulto. Destaca en el conjunto de su extensísima obra su desinhibición visual sobre el sexo y su revolucionario enfoque (allá por los primeros 70), progresista en las relaciones entre sexos. Trata a sus personajes, tanto masculinos como femeninos, como criaturas adultas, niños crecidos más en sus atributos sexuales que en su estatura, envejecidos más en su comportamiento que en su mirada. Esto nos hace pensar en una “infancia perdida”, en los residuos de la pureza infantil de la edad adulta.
Los críticos españoles (Javier Coma y A. Hispano) son de la opinión de que la obra de Corben es de las más atractivas por la gran variedad de temas y por la espontaneidad que manifiesta en la realización gráfica.
La época inicial de sus obras – finales de los años 60 – viene marcada por todo aquello que estaba prohibido o mal visto. Intenta hacer un cómic para adultos (en las publicaciones americanas no están permitidos los desnudos en revistas de niños), romper con los finales felices, con el triunfo final del bien sobre el mal y ahondar en la libertad de expresión que estaba negada.
Junto a Robert Grumb, Gilbert Shelton y otros, nos encontramos en una época de ilusión y utopía. Sensaciones ganadas a la cultura para mimar nuestra sensibilidad y curiosidad (en la actualidad todos han tomado otros derroteros; unos más que el tiempo-industria ha reciclado).
Todos los personajes de sus leyendas ilustradas transmiten un estremecimiento diáfano, dando a su obra una verosimilitud tridimensional característica: los personajes parecen sobresalir del papel dibujado.
No existe colorido como el de Corben, ni cuerpos con tanto detalle. Y qué decir de su ambientación casi cinematográfica. Sus personajes expresan los sentimientos míticos y místicos de las leyendas primigenias. Se aferra a la máxima de Pushkin “más vale una gran ilusión que diez mil verdades” (muy de moda en la actualidad tanto en el cine como en la literatura). Corben nos enriquece el número de leyendas inmortales que nos ayudan a sobrellevar nuestras monótonas vidas. Así, a grosso modo, tenemos: Mundo Mutante con Dimento, uno de sus personajes mas logrados; Den, de trazo más simple y realizado para el mercado USA (sin desnudos frontales); Los Hijos del Fuego, una gran historia épica; Las Mil y Una Noches y Los Viajes de Simbad, entre otras. Ediciones Zinco tiene publicada toda su obra en unos 15 volúmenes.
Ha vivido largo tiempo aislado, por vocación, en Missouri, sirviéndose de su propia imagen en la creación y movimiento de sus personajes, así como de sus amigos, Bruce Jones – guionista que también hace sus pinitos como dibujante en obras como Connie Lingus, historias cortas publicadas entre el 89 y 90 por la revista Zona 84-, y especialmente de Estelle Gumderson (cuya abundante delantera ha contribuido, bien seguro, al éxito mundial de Corben).
Junto al guionista Jan Sotrnad realizó el álbum Las Mil y Una Noches (Colección Humanoides de Metal Hurland), donde casi alcanzan la cumbre de la perfección: lo universal impregnado con el olor de la eternidad, los dibujos y el color muy rápidos para apoyarse en las sombras, los músculos detallados para recorrer mil mundos oscuros.
Otras obras suyas publicadas en España son: Rit, Tiempo Atrás, Hijos de Fuego, Mundo Mutante, La Ocurrencia, Pilgor (relatos con mucho sexo, monótonos y por tanto aburridos), Bloodstar, etc.
Si queréis saber más, Vuelo a la Fantasía de Fershid Bharucha, es un estudio pormenorizado sobre toda su obra.
Leed y multiplicaros.